Suena el reloj de la catedral. Oigo la música a mi alrededor y suspiro mientras camino por la calle. ¡Que rápido pasa el tiempo! Hace poco no había empezado a primero de bachiller, el verano no había comenzado, 4º de la ESO no me parecía una chorrada, no salía todos los fines de semana, me ponía de los nervios llegar y hacer deberes aunque ahora me doy cuenta de que no hacía una mierda, te veía a tí y era feliz. Era feliz al estar a tu lado, al verte sonreír. Que mis semanas fueran solo para verte. Que para mí tu fueras lo más importante. Que no dijera a nadie que existías por miedo a que fueras solo un sueño y desaparecieses. Y ahora que han pasado dos años y lo he contado, has desaparecido y no se donde puedes estar. Quizá si que hayas sido un sueño... El reloj deja de sonar. Son las 7. Sigo caminando y vuelvo a suspirar... Y el tiempo sigue pasando.
Quedan 13 días y 457 noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario