19diasy500noches

Porque en la vida hay días buenos y días malos, días en los que subes y días en los bajas, días en los que estás a 3 metros sobre el cielo y días en los que te arrastras para poder llegar a algún sitio. Porque en la vida hay días buenos y días malos, pero mientras tu sigas aquí, sigue siendo vida. Porque mientras siga habiendo días para esperarte, sabes donde estaré.

viernes, 3 de febrero de 2012

Colores

Siempre me gusto pintar el mundo de todos los colores posibles con un solo pincel, para tener que ir mezclando distintos tonos hasta llegar al adecuado. Buscar la manera de llegar al azul si empezaba con un marrón, y si no la había, pintar el cielo naranja. Aguar la pintura para que las estrellas se movieran y emborronarla en las nubes. Crear un mundo tan mágico como imposible que me hiciera sonreír cuando se apagaran todas las luces. 
Pero llegaste y me dijiste que era una tontería. Que no existía el arte si no era fiel a la realidad, que pintara las cosas como eran y me dejara de estupideces. Me hiciste entender que la magia no existía, que los arcos iris no acababan en los charcos y que los unicornios no eran de color blanco. Que las ilusiones solo te daban tristezas. Y te creí como siempre. Y mis cuadros cambiaron de imagen y se volvieron tan reales que parecía que te encontrabas dentro de ellos. Podías tocarlos y sentirlos, y vivir tu vida allí. Tu verdadera vida. Esa que no te hacía cosquillas, ni te sonreía antes de irte a la cama. Una vida en la que mirabas por la ventana y en vez de bosques veías calles, y en la que los poderes de las brujas solo eran un papel y un boli.Una vida en la que tú no estabas, porque era real, y en la que aunque nunca lloviera, los días siempre eran grises.
Hasta que otra persona me dijo que la forma más fácil de pintar es con los ojos cerrados, como cuando quieres soñar que vuelas. Y cerré los ojos. Cogí un pincel y lo mojé en la primera acuarela que encontré. Fui cambiando de colores y de pinceles y cuando abrí los ojos, encontre un mundo de color naranja y rosa, con algo de verde y azul, y en las esquinas morado. Un mundo que te hacía dar  vueltas hasta que veías conejos blancos y gatos que reían. Un mundo en el que decidí quedarme aunque tu solo fueras una persona real y los demás tuvieramos alas y varitas mágicas.
Porque rompiste mis sueños y mis pinturas, pero solo tengo que coger un lienzo nuevo.
Quedan 13 días y 449 noches.