Los sueños son bonitos mientras estás dormido, cuando todo parece real, pero a la vez es tan mágico que parece imposible que lo sea. Luego, cuando despiertas, vuelves a cerrar los ojos intentando aferrarte a él para retenerlo en tu mente aunque solo sea unos segundos más pero ves que las imágenes se van borrando de tu cabeza. Y hay un momento en que tienes que abrir los ojos, joderte con lo que hay y continuar con la rutina, porque nos gustan los sueños justo por eso, porque son lo que más desearíamos tener y nunca tendremos. Porque son inalcanzables....
Y hoy, por fin he abierto los ojos.
Quedan 14 días y 481 noches.
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