No nos parecemos en nada, y, cada día me doy más cuenta de eso. Somos diferentes. En todo. Nuestros gustos son totalmente opuestos y si yo digo blanco, tu dices negro y si yo estoy dentro, tu estás fuera. Somos como dos caras de la misma moneda. Porque yo tengo mis locas ideas y tú las tuyas estúpidas. Nunca estamos de acuerdo con nada y siempre nos peleamos por cualquier tontería. Pero yo lo prefiero así. Porque si fueramos iguales me aburriría. Porque necesito alguien con quien discutir y nuestros estúpidos enfados me hacen reir. Porque me gusta que me des la contraria con esa sonrisa tuya en la cara, que me hace saber que estás bromeando y que en realidad lo único que quieres es molestarme. Porque si no fueras como eres nunca me habría enamorado de tí.
Quedan 14 días y 487 noches.
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