El prototipo de príncipe azul no está muy claro. Los príncipes pueden ser rubios, morenos, tal vez pelirrojos; aunque de esos no debe de haber muchos, porque la verdad, todavía no he visto ninguno ni en películas ni en cuentos. La mayoría son altos, pero supongo que existirán también príncipes bajos. En cuanto a la fuerza… Tal vez la suficiente como para sostener en brazos a la princesa… O tal vez tampoco haga falta ser muy fuerte. Deben tener unos grandes ojos verdes, aunque también sirven con tonos azules castaños o negros. Quizá tengan que tener una bonita sonrisa… O quizá solo tengan que sonreír las veces justas. Un verdadero príncipe debe tener un carácter justo, sin embargo, también los hay aburridos, tímidos, alegres, bondadosos, fríos y graciosillos. Sigo pensando que el prototipo de príncipe azul no está muy claro, pero a veces, creo que el mío aparecerá. A veces creo que lo conozco y otras, que no lo he visto en mi vida. A veces creo que nuestro primer encuentro será fabuloso, y otras, que simplemente, no reparé en él cuando le conocí. Solo sé a ciencia cierta que cuando llegase el “momento” le reconocería. Lamentablemente, a veces creo que el “momento” nunca llegará. Tal vez nunca conozca a mi príncipe, pero mientras yo siga sin encontrarlo, y los expertos no encuentren un prototipo serio, mi príncipe azul eres tú.
Quedan 18 días y 498 noches.
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