Nuestra vida es como una calle por la que todos tenemos que pasar haciendo algunas paradas. Unos en una dirección y otros en la contraria. Mientras la recorres conoces a gente que va contigo, hacia el mismo lado, con las mismas paradas, aunque hay momentos en los que quiza tu gires a la derechas y a ellos les toque girar a la izquierda. El problema es ese. Que tu y yo ni siquiera vamos en la misma dirección, asi que no podemos recorrer parte del camino juntos. Yo voy hacia un lado, tú hacia el otro y, nunca nos hubieramos visto si no nos hubieramos chocado por casualidad. Con el choque se me cayó todo lo que llevaba en las manos y tú me ayudaste a recogerlo, me sonreiste y me dijiste adios. Y cuando te ibas yo me giré para ver como te alejabas por la calle sin poder volver hacia atrás. Así que yo me quedaré aquí sentada, esperándote en el suelo de la acera, para no alejarme más de tí, aun sabiendo que ya no vas a volver.
Quedan 13 días y 465 noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario