Porque las mejores cosas de las vida no se pueden comprar con dinero. No se puede comprar el otoño, el olor al mar en verano, las luces en Navidad, las risas por alguna tontería un sábado por la tarde, la felicidad al terminarse la última clase que da comienzo al verano, las copas en un bar con un amigo cuando estás triste, la nieve, las estrellas fugaces una noche clara, tu sonrisa cuando consigo hacerte reír... Las mejores cosas llegan de pronto y se marchan cuando les llega el momento, pero siempre te queda el recuerdo de haber sido feliz, porque las mejores cosas de la vida nunca se olvidan.
Quedan 13 días y 458 noches.
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